viernes, 30 de enero de 2009

EL OLFATO

El sentido del olfato, al igual que el sentido del gusto, es un sentido químico (detectan compuestos químicos en el ambiente), con la diferencia de que el sentido del olfato funciona a distancias mucho más largas que el sentido del gusto.


El proceso del olfato sigue más o menos estos pasos:


1. Las moléculas microscópicas que se liberan a nuestro alrededor, ingresan por la membrana olfatoria, se disuelven en las mucosidades que se ubican en la parte superior de cada fosa nasal estimulando las células nerviosas olfativas.
2. Debajo de estas mucosidades, en el epitelio olfativo, las células receptoras especializadas, también llamadas neuronas receptoras del olfato, detectan los olores. Estas neuronas son capaces de detectar miles de olores diferentes.
3. Las neuronas receptoras del olfato transmiten la información a los bulbos olfatorios estos poseen receptores sensoriales que en realidad son parte del cerebro que envían mensajes directamente a:
o los centros más primitivos del cerebro donde se estimulan las emociones y memorias (estructuras del sistema límbico) y
o centros “avanzados” donde se modifican los pensamientos concientes (neocorteza).
4. Estos centros cerebrales perciben olores y tienen acceso a recuerdos que nos traen a la memoria personas, lugares o situaciones relacionadas con estas sensaciones olfativas.

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